Nuestra oficina de Madrid cumple 5 años desde que abrió sus puertas. Por ello entrevistamos a la asesora más veterana, Raquel Carro, que lleva desde el principio formando parte de este gran equipo.
¡Gracias! Y gracias a todos los que me han ayudado a que este día llegara. Hubo momentos en los que creí que no sería posible.
Estos 5 años, han sido una inesperada e increíble etapa en mi vida, tanto en lo profesional, como en lo personal.
Llegué desconociendo el sector, y dudando de mi capacidad para ser una buena profesional. Llegué con temores, prejuicios, y una situación personal compleja, que no animaba a arriesgarme a emprender este camino. Pero tuve la suerte de encontrar a Alejandro y David Vázquez, que me hicieron replantearme mis miedos y capacidades, confiaron en mí, y me empujaron a aventurarme a conocer esta profesión que, hoy por hoy, es parte fundamental en mi vida, y a la que respeto y adoro.
Me siento muy realizada con mi trabajo, y lo disfruto inmensamente.
Además de eso, he conocido un grupo humano increíble, y hoy tengo otra familia, además de la mía de sangre, gracias a la cual, hoy soy feliz en mi trabajo, por lo que me siento una privilegiada.
De mi trabajo, destacaría muchísimas cosas, porque he comprobado que llevamos a cabo multitud de tareas, y trabajamos en multitud de facetas, desde lo más burocrático y legal, hasta lo más emocional.
Me gusta que no haya monotonía en tu día a día. Cada jornada es una sorpresa constante, que adorna a tu agenda ya cerrada.
Me encanta la cantidad de gente que conozco, sus familias, sus historias, sus proyectos…
Me enorgullece ver cuánta confianza y cariño me dan, y como te hacen parte de sus sueños, necesidades, inquietudes…
Lo mejor del trabajo es la satisfacción de ayudar, haciendo tu trabajo, a mejorar la vida de otras personas, y a que vivan estos procesos, por norma estresantes, sin miedos y siempre acompañados.
Y además, todo esto lo hacemos, sin perjuicio de nuestra autonomía, rodeados de un grupo de personas que te apoyan, te animan, te ayudan y te enseñan cada día.
Puff… con la experiencia adquirida en estos cinco años, he aprendido que este sector es, por lo general, bastante impredecible, y que no tenemos, nadie, una bolita de cristal. Si bien es cierto, que nuestro mercado nos da señales y nos cuenta cosas, casi a diario.
Desde el segundo semestre de 2018, ya pudimos notar un pequeño parón en las ventas, (luego supimos que esa sensación era refrendada por los datos: un 3,6% menos en el mes de noviembre). Aquello ha ido evolucionando desde entonces hasta la situación actual, donde vemos que los precios de cierre se están estancando y la comercialización de los inmuebles ya publicados, es más difícil (en marzo, las ventas volvieron a caer, un 2,9%, por segunda vez en cinco meses).
Y que me hace pensar que, debido, sobre todo, a la creciente brecha entre las expectativas de propietario y compradores, la incertidumbre política, y los cambios en la ley hipotecaria, podemos enfrentarnos a una época de ralentización de las ventas e, incluso, en muchas zonas, ajustes en los precios y bajadas de los mismos.
Que lo piensen lo justo, y se animen a lanzarse. Esta profesión, si le pones pasión y todo de ti, te da mucho.
Te da autonomía, pero a la vez, te mantiene sujeto y apoyado por una estructura de servicios y profesionales, que no te deja solo.
Te acerca a muchas personas, a las que nunca tendrías la oportunidad de conocer, te mantiene en un aprendizaje constante que te da vida y te da importantes gratificaciones, en lo económico y, sobre todo, en lo personal.
Me voy a repetir, pero llevo cinco años diciendo lo mismo, y creo que sigue siendo un consejo válido.
“Este negocio te da, lo que tú le pones”.
Así que si das tu mejor tú y lo disfrutas, los resultados llegarán y podrás alcanzar todo lo que tú desees.
Es muy difícil destacar un único momento. Hay miles.
Las mejores experiencias comenzaron con el inmenso apoyo y confianza que sentí, desde el día que llegué, por parte de la Dirección. No es fácil encontrarlo en las empresas cuando te incorporas.
Continúan por mi día a día con la familia que formamos en la oficina; animada en cada mal momento, festejada en cada éxito, acompañada, aceptada, valorada… ¡Eso es una pasada!
Y para rematar, cada frase de cariño y confianza de mis clientes. Cada agradecimiento. Cada operación finalizada. Cada lágrima de emoción de cada cliente, al iniciar sus nuevas vidas. Cada escollo superado. Cada éxito conseguido.
Me ha dado todo. He tratado de ser la mejor cada día de estos cinco años y ha sido una etapa impredecible e increíble, y sé que los próximos cinco, si sigo aprendiendo, creciendo y poniendo todo mi corazón en lo que hago, serán aún más enriquecedores y más exitosos para todos. El futuro, será entonces, la mejor experiencia.
¡FELIZ CUMPLEAÑOS, A TODO EL EQUIPO ÔKAM! ¡GRACIAS, A TODOS, POR TODO!